"Imagine all the people, living life in peace..."
La verdad es que es un momento en el me siento profundamente indignado, de esas veces en las que algún amigo (por ejemplo, Blanca) no puede evitar decirme por whatsapp: "¡Juan, veo que estás indignado con el mundo!". Y no puede tener más razón la verdad. ¿Qué hago sino? Jaja... Pues lo de siempre, abrir spotify, entrar en blogger y explusarlo todo aquí, como debe de ser... Pero bueno, intentemos llevar acabo un pequeño ejercicio de abstracción para entender como me siento.
¡Imagina! Sí, imagínate que abres precisamente lo mismo que yo, spotify, y no tienes nada mejor que hacer que poner en la barra de búsqueda a un grande, mejor dicho al grande entre los grandes, el mártir pacífico de la música, el genio de John Lennon. Y claro, como no, haces 'play' en su gran obra maestra "Imagine". Más de uno lo habrá hecho ya antes, no es algo raro ni mucho menos, de hecho es algo que es sano hacer (musicalmente hablando).
Por otro lado analizas lo que hay en tu sesera y recorres la actualidad que la invade. No puedes evitar encontrar palabras como atentado, muertos, París, yihad (que por cierto en árabe significa esfuerzo, nada de guerra santa), etc. Palabras que te hacen perder la fe en la humanidad por todo lo que describen, porque lo ocurrido en París hace unos días no tiene nombre. Duele decir que este episodio no sólo es algo que carece de sentido común, sino que también carece de sentido humano. Todo esto choca con la canción, sin embargo aporta necesariamente realidad y crudeza a la reflexión.
Por eso, seguimos. La canción comienza a sonar y empiezan los acordes de piano suaves, sensibles y profundos como nada, en un ritmo uniforme de 4/4. Lennon comienza a cantar y recitar la famosa letra. A medida que suenan esos versos no puede uno evitar comprender que en ellos está escondida esa inmensidad de utopías que la humanidad lleva buscando durante toda la historia. Todas esas cuestiones por las que luchamos en la actualidad; la justicia, la verdad, el bien común, el respeto, la tolerancia... Todas están ahí en una receta sencilla de tan sólo unos cuantas líneas fácilmente entendibles esperando a ser seguida por alguien. Pero y si alguien la sigue, ¿serviría de algo que al menos una persona sola en todo el mundo lo hiciera?
Me pregunto si nadie se ha parado nunca a preguntarse qué pasaría si al menos todos escogiéramos una cosa de esa curiosa lista y la lleváramos a cabo, si todos nos comiéramos el orgullo y pusiéramos un granito de arena, si dejáramos de pensar que John es un soñador y que realmente es una realidad. Podrían tacharnos de idealistas (de eso ya somos conscientes). Pero no estamos hablando de imponer a la fuerza nada, hablamos de verlo de otro modo. Me refiero a alcanzar una concepción generación tras generación a través de mecanismos como la educación, sin imposición en ningún caso. Empezar desde uno mismo como individuo e ir extendiéndolo e inculcándolo hacia nuestro entorno hasta alcanzar la sociedad en su gran totalidad. Por supuesto esto es algo que no se mantendría eternamente, volviendo siempre al eterno retorno tal y como decía Nietzsche. Por lo que evitando aquí caer en la propia quimera nuestro objetivo debería ser conservar este estado tanto cuanto podamos. Y es que pensándolo bien, se dicen muchas verdades en esa canción sobre aspectos del mundo que deberían y podrían cambiar.
Me pregunto si nadie se ha parado nunca a preguntarse qué pasaría si al menos todos escogiéramos una cosa de esa curiosa lista y la lleváramos a cabo, si todos nos comiéramos el orgullo y pusiéramos un granito de arena, si dejáramos de pensar que John es un soñador y que realmente es una realidad. Podrían tacharnos de idealistas (de eso ya somos conscientes). Pero no estamos hablando de imponer a la fuerza nada, hablamos de verlo de otro modo. Me refiero a alcanzar una concepción generación tras generación a través de mecanismos como la educación, sin imposición en ningún caso. Empezar desde uno mismo como individuo e ir extendiéndolo e inculcándolo hacia nuestro entorno hasta alcanzar la sociedad en su gran totalidad. Por supuesto esto es algo que no se mantendría eternamente, volviendo siempre al eterno retorno tal y como decía Nietzsche. Por lo que evitando aquí caer en la propia quimera nuestro objetivo debería ser conservar este estado tanto cuanto podamos. Y es que pensándolo bien, se dicen muchas verdades en esa canción sobre aspectos del mundo que deberían y podrían cambiar.
"¡Nunca se consiguió nada de las ideas utópicas, si no de sus adaptaciones al mundo real!"
De otro modo sí existen casos que ilustran esta última máxima. Por ejemplo, no podemos pretender ser iguales, pero sí que exista una justicia que nos otorgue la misma igualdad de oportunidades. Otro símil es que no podemos alcanzar el concepto de infinito porque no sabemos a ciencia cierta incluso si existe. Por otro lado, sí podemos ayudarnos de su definición para el cálculo infinitesimal en las matemáticas. Lo cual es algo bastante llamativo porque nos basamos en conceptos inexistentes para hacer un modelo perfecto al que se ajuste la realidad. Sin duda algo que merecerá una reflexión en adelante.
¿A dónde quiero llegar con esto? Sólo me paro y me dispongo a observar lo que me rodea tal y como marca la canción. Lo correcto y más normal sería plantear un mundo en el que no deberían hacer falta fronteras; en el que deberíamos compartir equitativamente los bienes primarios; en el que no hacen falta religiones ni mucho menos, ni códigos morales decadentes. Tan sólo hacen falta solidaridad y respeto, ser consecuentes con los demás y en cierto modo ponerse en el lugar del otro.
Sin embargo, escuchando "Imagine" me topo con un muro, el muro de la realidad (actualidad) que me indigna y sofoca. Un muro construido a partir de locura, hipocresía y egoísmo, consecuencia del carácter destructor y megalómano del ser humano.
Locura como la que albergan las mentes de estos terroristas. Hasta qué punto somos libres si un adoctrinamiento extremo a edades tempranas puede convertirnos en bestias literalmente que dan sus vidas de forma irracional por dioses matando a personas inocentes con el objetivo de conquistar el mundo. ¿Conquistarlo para quién? ¿Para Alá? ¿Y dónde está Alá? Ya que estamos también, ¿dónde están yahveh o el dios cristiano?
Hipocresía como la que inunda las redes sociales con comentarios plagados de ignorancia y xenofobia hacia el islam cuando estos terroristas equivalen al mismo algo así como lo que los nazis al cristianismo. Y sinceramente no me imagino a un orgulloso feligrés en Marruecos o cualquier otro país musulmán siendo llamado nazi (por hacer un símil). Por no hablar de las banderitas de Francia en facebook, entre otras cosas, que lo único que consiguen es apoyar al postureo y hacer "apología del like".
Y egoísmo como el que inunda la Unión Europea en general. Una comunidad que por supuesto hace bien en preocuparse por sus habitantes, pero que deja totalmente desprotegidos a cientos de miles de refugiados sirios que están sufriendo los mismos (o peores) ataques. Me parece vergonzoso que países más pequeños como Jordania, Líbano, o Irak alberguen a casi 2 millones de Sirios mientras que los Europeos no paramos de discutir sobre si albergamos a 160.000 entre todos. ¿Y nos consideramos países desarrollados?
Tenemos sin duda un panorama díficil de aceptar y sobre todo de solucionar. Algunos abogan por el contraataque, como Francia que acaba de bombardear Raqqa (bastión de ISIS). Sin embargo, se oyen por ahí algunas voces reclamando diplomacia y paz. En mi opinión, algo difusa, persiste la eterna duda entre si es posible a través del diálogo y la diplomacia hacer entrar en razón a estos individuos o si debemos protegernos contraatacando. Sinceramente no sé hasta que punto es capaz la razón humana de llevar esto hacia delante. Por supuesto hacernos los moralistas o los eternos pacifistas en redes sociales de nada nos sirve cuando tenemos un Ak-47 frente nuestra nariz. Esperemos no tener que estar nunca ante esa situación. Es por es que los grandes gobernantes decidirán por nosotros, en eso consiste nuestra querida democracia. Esperemos que su decisión sea la menos dañina.
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