Ayer fue un día tremendamente especial, ya que lo que ocurrió fue sin lugar a dudas algo que pasará a la historia. Mejor no extenderme y decirlo en pocas palabras.
¡Se han detectado por primera vez ondas gravitacionales!
Muchos podrán preguntarse (incluido yo) qué diantres son las ondas gravitacionales. Voy a intentar resumirlo un poco en este artículo a partir de cierta información que he encontrado.
"La materia curva el espacio y el tiempo y estos le dicen como debe moverse" |
Hace aproximadamente 100 años, era publicada una de las teorías científicas más importantes de la física y posiblemente de la humanidad. Se trataba, como no, de la célebre teoría de la Relatividad General y salió de la mente de nada más y nada menos que de Albert Einstein. La Relatividad siempre ha sido una teoría que ha dado mucho que hablar. Lo fue en aquellos turbulentos años en los que fue publicada, cuando debido al antisemitismo esporádico, a su tremenda dificultad de compresión y a la falta de base experimental fue utilizada como arma arrojadiza para retrasar el correspondiente Premio Nobel de Einstein. Sin embargo, la cordura triunfó y se hizo justicia cinco años más tarde de que saliera a la luz, otorgándosele dicho premio a su autor (aunque fuera al menos con el pretexto del Efecto Fotoeléctrico). Como ocurrió en aquel tiempo está pasando ahora, pero de una forma tremendamente positiva.
Curvatura del espacio-tiempo (crédito: clear science) |
Según tengo entendido, una onda gravitacional es una agitación o distorsión que tiene lugar en el tejido del espacio-tiempo y que se propaga a la velocidad de la luz. Según la propia Relatividad, la amplitud predicha para estas ondas es extremadamente pequeña. Es por eso que sólo fenómenos desorbitadamente violentos que impliquen enormes masas aceleradas a velocidades muy altas podrían emitir ondas susceptibles de ser detectadas. Se pueden considerar sucesos de este tipo a las supernovas (violentas explosiones estelares), la formación o fusión de agujeros negros, las colisiones de cuerpos extremadamente grandes o incluso la rotación a altísima velocidad de estrellas de neutrones con superficie irregular.
Volviendo un poco a la noticia para no perder el hilo, los responsables del "Laser Interferometer Gravitational-Wave Observatory" (LIGO) hicieron ayer oficial la detección de ondas gravitacionales procedentes de la fusión de dos grandes agujeros negros a más de 1300 millones de años luz durante el pasado mes de septiembre de 2015. Para ello contaron con dos interferómetros gigantes a láser separados a 3000 km de distancia que permiten mediciones extremadamente precisas de ondas. Unas ondas que fueron emitidas cuando estos cuerpos celestes convirtieron parte de su masas en energía al interactuar. El plausible retraso del anuncio se debió a la exhaustiva comprobación de los resultados a fin de evitar errores como los del telescópio Bicep-2 el pasado año 2014.
Representación de ondas gravitacionales (Ligo.caltech.edu) |
Muchos ya opinan que este acontecimiento lleva de la mano el próximo premio Nobel, y no es para menos, ya que supondría una revolución en la física que implicaría numerosas consecuencias para la ciencia. En primer lugar suponen una nueva vía de estudio del universo, del que únicamente podíamos obtener información procedente de la radiación electromagnética. Además, este tipo de ondas no interaccionan casi con nada. Esto tiene sus ventajas y sus inconvenientes, ya que son muy díficiles de detectar pero por otro lado pueden desplazarse transmitiendo información poco distorsionada que nos permita ver a través de los objetos entre la tierra y otra partes lejanas del universo. Como he dicho previamente, este tipo de ondas son generadas en fenómenos muy particulares. Por ello nos permitirá comprender mejor el comportamiento de supernovas, o el de los escurridizos agujeros negros, que como sabemos absorben la radiación electromagnética que atraviesa su horizonte de sucesos. Igualmente podrían aportar datos únicos sobre la formación del universo en períodos oscuros en los que era opaco a la radiación electromagnética.
Merece la pena decir que dentro de todo el conglomerado de grupos de investigación que han participado en este descubrimiento había uno español. Se trata de un equipo de la Universidad de las Islas Baleares liderado por la doctora Alicia Sintes que dan un pequeño toque castellano al asunto con su aportación.
Os dejo un pequeño vídeo sobre la simulación de la colisión de los agujeros negros que ha aportado toda la información recogida por LIGO.
Para concluir, me gustaría decir que presiento que este día será recordado en los años venideros. Y es así, porque estoy seguro de que este acontecimiento desencadenará nuevos descubrimientos que nos permitirán ver el universo desde otra perspectiva e ir poco a poco conociéndolo más profundamente y aproximándonos a esos extraños cuerpos que poblan el Cosmos (algo que hace poco más de un siglo considerábamos imposible) desde la distancia, en nuestro tranquilo planeta. ¡Os espero en la próxima y hasta pronto!
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